En televisión, cuando vemos informativos, sabemos que nos están contando la realidad (aunque a veces la manipulen). Cuando vemos series, sabemos que es ficción, que son actores que interpretan un papel (sea o no basado en hechos reales). ¿Pero por qué en los programas de testimonios no se nos dice que las personas que participan en ellos son también actores, que todo es una farsa?
Me refiero a programas como "El diario de Patricia" (ahora llamado "El diario"), "De buena ley" o "Mujeres y hombres y viceversa". Estos espacios televisisvos venden al espectador historias reales contadas por personas, pero en realidad no son más que gente contratada que hace un papel y cuenta una historia que, en ocasiones roza lo ilógico.
El programa de Telecinco, "De buena ley" contrata actores y figurantes para escenificar sus "juicios". A continuación os muestro los sueldos de los participantes de este programa. Los llamados "polemistas" (que son las personas del público que discuten sobre el tema y se postulan a favor de un personaje u otro) cobran 70 euros por día de grabación. Estos programas no son en directo, por lo que cada día se graban 4 programas. El público (que se limita a aplaudir) cobra 10 euros por programa, mientras que los "litigantes" (las personas que piden la "ayuda" del juez para solucionar sus problemas), cobran 280 euros por programa, lo único es que solo pueden asistir a un solo programa, porque si no "cantaría" mucho.
Pero existen otros programas en los que les da realmente igual que el actor/actriz repita programa, eso sí con una identidad diferente (nombre, edad...). Es el caso del talk show vespertino "El diario", que en varias ocasiones ha presentado a la misma persona en diferentes programas y temas.
Otro programa de Telecinco "Mujeres y hombres y viceversa", combina las caras anónimas con actores y actrices. En ocasiones se tiene que crear polémica y conflictos y para esto intervienen los actores.
En este programa de citas en el que los chicos/as van para "buscar el amor" no es más que un teatrillo. En la mayoría de ocasiones el "tronista" no es el que elige a sus "pretendientes" es el programa quien le dice a qué persona debe hechar o con quién debe quedarse. Además el programa es grabado y se edita para crear más morbo. El sueldo que cobran los "pretendientes" es de 150 euros por programa y se graban dos programas cada día, además si graban una cita en exteriores (que se suele hacer por las tardes en algún sitio de Madrid) se embolsan 200 euros más. Los "tronistas" cobran bastante más (no he podido averiguar cuánto porque creo que va en función del juego que de cada uno). Lo que si he podido saber es que el ex-tronista, Efrén (por el que, cuando acabó el programa, se pelearon Antena 3 y Telecinco y que finalmente terminó sin volver a salir en televisión) llegó a cobrar los 3000 euros por programa.
Es vergonzoso como se toma el pelo al espectador, pues hay muchísima gente que ve estos programas porque creen que son reales. ¡Pobre abuelita que se cree estos programas y llora con las historias tristes o insulta al tío que le puso los cuernos a una...!
La tele es así.
Es triste, desde luego, pero no dejan de ser programas sin importancia; lo realmente duro es como se manipulan programas "teóricamente serios", aunque pensándolo bien, quizás de manera más sutil, es posible que esos programas vayan conformando la mentalidad de la gente, "reblandeciéndola", para que luego, cuando ya están a punto, darnos el toque de gracia hasta hacernos creer que recortar la prestación de desempleo es una medida para "incentivar la búsqueda de trabajo", o subir el IVA, pidiendo un sacrificio más al pueblo, justo por la persona que dijo hace unos meses que hacer algo así era "de mal gobernante", "un castigo a los más desfavorecidos", "algo que yo nunca haré", "un desastre para la economía, eso sólo haría empeorar las cosas"... Si nos tragamos todo eso impasiblemente, ¡cómo no nos vamos a pasar toda la porquería que nos echen disfrazándola de "realidad"!.
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